Encuentro el credo del marketing amable en The Gentle Marketing Revolution, libro en el que Sarah Santacroce, elabora una guía para el marketing orientado a un cliente actual concienciado, en un entorno empresarial, comercial y social nuevo.
Estructurada en torno a tres fases de transformación, junto con preguntas que invitan a la reflexión para guiar el camino, Santacroce expone los pasos necesarios para sustituir la antigua forma de hacer marketing por otra que se alinee con tus valores, tu historia y tu propio enfoque exclusivo, con resultados sólidos y de calado.
¿Preferimos tratar con empresas que nos hagan sentir mejor respecto a nosotros mismos o que nos hagan sentir peor? ¿En nuestras empresas y organizaciones, queremos trabajar con una energía y un espíritu de abundancia y expansión o de escasez y contracción?
De un modo u otro, la actitud acaba contagiándose.
1 – Dirigimos nuestro negocio para generar una diferencia positiva y para sustentarnos económicamente.
Compaginamos el propósito y el beneficio. Estamos aquí para servir, pero no somos mártires. Nos dedicamos a los negocios.
2 – Fomentamos una actitud amable en toda nuestra empresa.
Tratamos a los clientes, a los clientes potenciales y a los empleados con gentileza y empatía. Ser delicado no significa que seamos ingenuos.
3 – Creemos en la integridad y la autenticidad.
Queremos ser nosotros mismos para hacer el mejor trabajo posible. No utilizamos la autenticidad como una palabra de moda. Significa que nos presentamos tal y como somos, con integridad.
4 – Fomentamos la comunidad y la cooperación.
Para construir un negocio sostenible, invertimos en crear una comunidad, no sólo sistemas.
5 – Garantizamos la equidad.
Nos preocupamos por crear situaciones en las que todos salgan ganando: ganamos para el mundo, ganamos para nuestros clientes y ganamos para nosotros mismos.
6 – Hacemos del mundo un lugar mejor.
Todo lo que hacemos tiene como objetivo hacer de este mundo en el que vivimos un lugar mejor: nuestros productos y servicios, nuestras relaciones y nuestras comunicaciones.
7 – Alineamos lo que somos con lo que hacemos.
No cambiamos lo que somos para hacer lo que hacemos. Somos auténticos.
8 – Nuestro objetivo es devolver la conexión humana al marketing.
Por mucho que nos guste la tecnología, damos prioridad a la conexión humana en nuestras actividades de marketing.
9 – Vemos el marketing como un proceso creativo.
Estamos en nuestra onda cuando activamos nuestro cerebro derecho y hacemos que el marketing pase de ser un proceso arduo a convertirse en algo alegre.
10 – Abordamos el marketing partiendo del principio de abundancia.
Sabemos que hay abundancia de clientes esperándonos.
11 – Somos amables «visionarios».
Somos en parte visionarios, en parte pioneros. Somos una nueva especie de almas cordiales que reinventan el marketing (y los negocios).