La Estrategia de Contenidos es el enfoque sistemático y detallado para hacer surgir el contenido más relevante, efectivo y pertinente en el momento más oportuno, para el usuario apropiado, con el fin de alcanzar los objetivos comerciales estratégicos de una empresa y las metas de sus clientes. Es una estrategia integral que se materializa plenamente sólo a través de múltiples materiales y tácticas que involucran a muchas personas, procesos, sistemas y objetivos de los usuarios.
El Marketing de Contenidos es, según The Content Marketing Institute, un enfoque de marketing estratégico centrado en la creación y distribución de contenidos valiosos, relevantes y coherentes para atraer y retener a un público claramente definido y, en última instancia, para impulsar las acciones y conductas de los clientes que sean, de algún modo, rentables para la empresa.
Las audiencias son volubles, siempre lo han sido y siempre lo serán. Una forma segura de ahuyentar a un público es presentarle un contenido que carezca de credibilidad.
Los contenidos deben ser de calidad, coherentes y honestos.
La prueba de fuego para cualquier contenido que produzcas debería ser esta pregunta: ¿querrá mi público compartir esto?
Es útil facilitar a los usuarios la tarea de compartir tus contenidos a través de enlaces rápidos a las plataformas más relevantes (Facebook, Twitter, LinkedIn, etc). Una excelente manera de hacer que el contenido sea relevante para muchos sectores y audiencias objetivo es ofreciendo consejos, sugerencias y contenidos útiles.
Tus contenidos deberían aportar algún tipo de valor para tu audiencia objetivo, bien ayudándoles a resolver un problema u obtener información relevante, bien proporcionándoles entretenimiento o diversión.
Obviamente, existe una estrecha relación entre un contenido útil o divertido y lo interesante que pueda resultar a nuestra audiencia. Sin embargo, el interés despertado siempre resulta algo subjetivo por lo que siempre debemos tener en cuenta al segmento de la audiencia que nos dirigimos y las circunstancias en las que buscarán, encontrarán y consumirán nuestro contenido.
Antes de comenzar a crear contenidos es necesario definir la audiencia a la que te diriges y comprenderla. Necesitas saber qué es lo que les motiva y atrae y asegurarte de que todos los contenidos que produces sean relevantes para ellos.
El gran contenido no tiene por qué ser necesariamente único; no hay nada de malo en tomar una buena idea y reinterpretarla. Lo que sí resulta necesario es añadir algún elemento que la diferencie y la convierta en única. Cuanto más podamos diferenciar nuestros contenidos, manteniendo la relevancia y el interés para nuestro público, mejor.
El contenido debe crearse con el foco puesto en la marca. Debe ser coherente con su filosofía, su misión y sus objetivos. Resulta más frecuente de lo que podría parecer que grandes equipos de profesionales comiencen a producir ideas de contenidos no alineados con la estrategia y las necesidades de la marca. Piensa en tu audiencia, los consumidores de contenidos esperan ver un vínculo entre tu contenido y tu marca.